¿TIENES 67 MINUTOS PARA AYUDAR A LOS DEMÁS? SEGURO QUE SÍ!!

Todos conocemos a Nelson Mandela por ser uno de los hombres que ha marcado un antes y un después en la lucha por la igualdad de derechos.

Con motivo del Día Internacional de Nelson Mandela, celebrado el pasado 18 de Julio, la O.N.U se ha unido al llamamiento del Premio Nobel de la Paz para que todos nosotros pensemos en dedicar 67 minutos a ayudar a los demás.

¿Por qué 67 minutos?

67 fueron los años que Nelson Mandela dedicó al servicio de la humanidad. En este tiempo fue abogado defensor de los derechos humanos, preso de conciencia, trabajó por la paz y también fue el primer presidente, elegido democráticamente, de una Sudáfrica libre.

Si Mandela dedicó 67 años de su vida a cambiar el mundo… ¿Qué son 67 minutos? Este planteamiento es lo que defiende la Fundación Nelson Mandela y su objetivo es que gente como tú y como yo sea consciente de los problemas que sufre nuestra sociedad y de que el cúmulo de nuestras pequeñas acciones pueden conseguir un cambio cualitativo en el mundo que nos rodea.

Además, la Fundación Nelson Mandela nos lo pone fácil. Aquí tenéis algunas ideas en las que podéis emplear vuestros 67 minutos:

• Haga una nueva amistad. Conozca a alguien nuevo de una cultura diferente. Solamente comprendiéndonos podemos eliminar de nuestras comunidades la intolerancia y la xenofobia.
• Léale al que no puede. Visite una casa para ciegos y ábrale las puertas de un mundo nuevo a otra persona.
• Ayude en el refugio para animales de su comunidad. Los perros que no tienen hogar necesitan también que los caminen y un poco de amor.
• Ayude a alguien a encontrar trabajo, ayúdele imprimiendo su curriculum vitae, o entrenándole para entrevistas.
• Muchas personas enfermas de muerte no tienen a nadie con quien hablar. Tómese el tiempo de conversar con ellas y llevarles un poco de alegría.
• Hágase la prueba del VIH y anime a su compañero(a) que también se la haga.
• Lleve a alguien que conozca y no pueda pagar a examinarse la vista y los dientes.
• Regale una silla de ruedas o un perro guía a alguien que lo necesite.
• Compre unas cuantas mantas o coja algunas suyas que ya no necesite y regáleselas a un necesitado.